FRAGMENTOS: la resignificación de la mujer a través del teatro
- La Fragmentación
- 9 ene 2023
- 10 Min. de lectura
Actualizado: 26 ene 2023
Por Valentina Sánchez Rincón
Publicado en la revista La Malcrianza: https://espectrodomestico.com/wp-content/uploads/2022/11/Revista-Oficial.pdf
09 de septiembre de 2022

Somos una agrupación bogotana y a través del teatro apostamos por la resignificación de realidades en el contexto colombiano, con enfoque de género. Desde nuestros procesos de investigación-creación estamos en una constante búsqueda de lo femenino, su representación, su deconstrucción y su reivindicación desde lo diverso, lo profundo y distintos entornos.
Nuestro trabajo parte de nosotras como mujeres dentro de la sociedad colombiana. Sale de nosotras para todos y todas, porque como artistas nos interesa la construcción de conocimiento conjunto y que las personas interactúen con, construyan y reflexionen sobre su lugar y su rol por medio de las experiencias escénicas que creamos.
Nuestras inquietudes actuales las abordamos desde tres prácticas artísticas y creativas en las que los procesos de investigación se orientan hacia la discusión, exploración y resignificación del género femenino desde distintas aproximaciones escénicas. A estas inquietudes las llamamos Fragmentos.
Fragmento 1: “Mujeres, ¿quién las entiende?”
Esta pregunta se ha hecho millones de veces y para nuestra agrupación la respuesta es que cada una de nosotras, de manera diversa y en distintos niveles de complejidad, nos entendemos. Cada una de nosotras llevamos en nuestro inconsciente la intricada red de aspectos psicológicos, sociales, culturales y naturales que, a través de los años, han alejado a la mujer de su condición humana para acercarla al ideal masculino heteronormativo: su cosificación. La psicología femenina debe ser vista en su contexto para encontrar un devenir y un destino, que siempre es claro aunque sea literal o abstracto. Consideramos que el ejercicio de las individualidades en las sociedades pierde valor si la mirada femenina no se proyecta en todos los ámbitos de la misma forma que lo hace la mirada masculina. Atendiendo a estas afirmaciones y en aras de explorar la experiencia masculina dentro del universo femenino para encontrar respuestas a esta pregunta milenaria desde la mirada del hombre nace “Ellas”, nuestra primera obra original.

En la foto de izquierda a derecha nuestras integrantes Carolina García, Miranda Zapata y Manuela Uribe
Foto: La Fragmentación Teatro
“Ellas” se cocinó a lo largo de dos años antes de llegar a su primera versión escrita. Desde la
dramaturgia partimos de la duda “¿qué pasa con lo femenino cuando se enfrenta al amor, a la violencia y a la muerte?”. El resultado fueron tres cuadros de tres mujeres diversas, que exploran en sus universos femeninos sus relaciones con ellas mismas, su entorno y sus aspiraciones.

En la foto Carolina García interpretando a Martina en "Ellas."
Foto: Esteffany Rodríguez
En el proceso creativo de montaje nos alineamos con nuestra metodología: debate, argumentación, improvisación, descubrimiento, relacionamiento y afianzamiento. Esto nos llevó a nuestra primera versión de la puesta en escena, a la que aún le faltaba algo para suplir nuestras necesidades comunicativas.

En la foto Miranda Zapata interpretando a Federica en "Ellas."
Foto: Esteffany Rodríguez
En un punto del proceso creativo fue fundamental la incorporación de un personaje masculino
que articulara las historias de estas tres mujeres. La idea del hombre que busca respuesta y su
tránsito por estos universos se planteó inicialmente como un recurso técnico que brindara unidad. El resultado no pudo ser más expandido y enriquecedor de lo que imaginamos originalmente.

En la foto nuestro actor de reparto Juan Guerrero interpretando a Alberto en "Ellas."
Foto: La Fragmentación Teatro
Algo que para nosotras siempre ha sido fundamental es entender el rol del hombre no como el villano, el perpetrador del machismo en distintas esferas de la sociedad. No es así. Aunque
sabemos lo difícil que ha sido para las mujeres visibilizarnos a través de los siglos y la multiplicidad de trabas que el patriarcado nos ha impuesto y nos sigue imponiendo hoy en día, sabemos con certeza que estas conductas corrosivas para el desarrollo de la sociedad provienen tanto de hombres como mujeres, y que estos a su vez son producto de variables socio-culturales, educativas y de contexto que trascienden los géneros en sí mismos.
Por esta razón, la incorporación de un personaje masculino del papel a la escena representó una declaración contundente de los conflictos internos de un personaje que busca “entender a las mujeres”, y que termina encontrando quién es él con ellas, por qué no hay que entenderlas desde afuera sino desde adentro y cómo él tiene desde su ejercicio social el poder de propiciar conductas sanas que, eventualmente, curen las heridas que ha ido dejando nuestra historia.
Fragmento 2: “Detrás de todo gran hombre hay una gran mujer”
Este fragmento expone una frase generadora de controversia porque, por un lado, puede ser vista como un halago y, por otra, una declaración contundente del machismo latente en nuestra sociedad: la mujer está detrás del hombre. Puede ser fundamental como apoyo en su crecimiento profesional, el soporte para ayudarlo en momentos de crisis personales, o la fuerza motivadora que lo lleve a realizarse como persona, pero siempre en función de él. Reconocer a una mujer en función del hombre que la acompaña es una constante que se combate día a día desde hace décadas.
Rondando esta cualidad fatídica y cruda de que en nuestra realidad la mujer es constantemente juzgada a nivel social (tanto por hombres como por otras mujeres), el tema de por qué las mujeres nos aguantamos ciertas cosas en las relaciones de pareja que los hombres, por lo general, no soportarían jamás y la estigmatización que se nos ha incorporado a lo largo de nuestras vidas de clasificar a las mujeres por “tipos”, nace nuestra segunda obra original: “Esposa, Amante y Puta”.
A primera vista y como ocurre en los grandes dramas policiacos, en nuestra obra un asesinato
debe ser aclarado, una culpable sentenciada y un ícono venerado. Lo que sucede en el trasfondo resulta mucho más interesante: el espectador es quien tiene el poder de decisión sobre la vida de las sospechosas del crimen. Queríamos desde el principio que el público se enfrentara a sus propios estigmas, parcialidades, incomodidades y concepciones al conocer la vida de tres mujeres muy distintas en términos de personalidad, esfera social, poder adquisitivo, formación y aspiraciones. En el ejercicio práctico explorativo de cómo alcanzar ese objetivo llegamos a la construcción de una obra interactiva con tres posibles finales dependiendo de las elecciones de nuestro público.

En la foto de izquierda a derecha nuestras integrantes Carolina García, Gabriela Arias y
Miranda Zapata en sus roles de Esposa, Amante y Puta respectivamente.
Fotos: Miranda Zapata
Decidimos poner en conflicto al estatus social, al “cómo debe ser” la mujer colombiana y al “qué dirán” frente a temáticas como la violencia doméstica, la sexualidad femenina y la autoestima, desarrollando una trama en la que nuestros personajes deben alcanzar sus objetivos en un contexto en el que la imagen, los medios y la opinión pública chocan con la intimidad, las verdades ocultas y las luchas internas de los personajes.
A nivel escénico la representación de estos aspectos fue un reto creativo de gran interés para la agrupación, la articulación de elementos como voces grabadas, música original, escenas inexistentes y herramientas tecnológicas nos permitieron encontrar formas flexibles para brindar una experiencia escénica inmersiva a nuestros espectadores. Asimismo, la posibilidad de tres posibles finales y la interacción en vivo con el público representó una adrenalina para el equipo artístico y creativo que no habíamos sentido antes, y los resultados gráficos de nuestra función de estreno arrojan material para la interpretación de cómo nos percibimos y se percibe a la mujer.

Votación del público en la función de estreno de “Esposa, Amante y Puta” el 25 de mayo de 2022 en el teatro
Bernardo Romero Lozano. Gráfico: La Fragmentación Teatro.
En esta función en particular la sospechosa declarada culpable por nuestro público fue Amanda Pérez, la amante de Antonio Montenegro, el magnate asesinado. En una lectura superficial de los motivos de este personaje surgen aspectos como el arribismo, la posesividad en las relaciones y la “clásica” competitividad entre mujeres, pero al ver más allá en este personaje surgen temáticas como la dependencia económica, la salud mental y los estándares de belleza como limitantes de la libre expresión. Así como ocurrió con el personaje de la amante sucede con cada uno de los personajes, sean mujeres u hombres, un aspecto que resultó muy interesante a la hora de recibir los comentarios del público de esa función.

En la foto de izquierda a derecha: Santiago Alfonso (León), Carolina García (Esposa), Miranda Zapata (Puta), Jaime Arango (Detective Moreno), Valentina Sánchez (Directora), Gabriela Arias (Amante) y Gabriel Laverde (Montenegro) al final de la función de estreno en el teatro Bernardo Romero Lozano el 25 de mayo de 2022.
Foto: La Fragmentación Teatro.
Otro aspecto interesante durante nuestro proceso fue el tema de las etiquetas, ya que designar
sustantivos a las personas puede ser una ventaja o desventaja dependiendo del contexto. En el caso del nombre de nuestra obra, la connotación es clara: cuando se habla de mujeres hay muchos comentarios en torno a los calificativos de la esposa, la amante y la puta que, curiosamente, suelen recaer en las mujeres a las que se les asigna y no necesariamente al hombre que se relaciona con cada una de ellas. Hacer una declaración fuerte en torno a este tema y reivindicar a los personajes dentro de estas etiquetas fue fundamental para abordar temáticas como el trabajo sexual, los roles de cuidado, las labores del hogar y los límites interpersonales: “¿hasta dónde llega mi libertad?”.

En la foto nuestro actor de reparto Gabriel Laverde junto con Gabriela Arias interpretando los personajes de Montenegro y Amante respectivamente.
Foto: La Fragmentación Teatro.
“Esposa, Amante y Puta” representa una crítica contundente a la estigmatización social de la mujer colombiana y el involucramiento del público directamente como los que resuelven el caso nos lleva a analizar cómo cada uno es susceptible de juzgar a las mujeres en cualquier escenario posible, un hecho para caer en cuenta de manera íntima y personal.
Fragmento 3: “No todas las mujeres menstrúan”
Dentro de nuestras inquietudes artísticas uno de los pilares fundamentales es que el ejercicio del arte debe partir de la conciencia social. No buscamos que el teatro sea moralista, pero sí que despierte el sentido crítico de nuestros públicos en torno a lo que les rodea y, particularmente, la sociedad en la viven. Las decisiones finales dependen única y exclusivamente de ellos y ellas, nosotras solo ponemos en escena aquello que queremos evidenciar de nuestro contexto. Tal es el caso de nuestra tercera obra original: “Plegarias Femeninas”, en la que abordamos la violencia que sufren permanentemente las mujeres trans en nuestro país.
El proceso dramatúrgico de esta obra tomó dos años, en los que personajes se fusionaron, tramas se descartaron e ideas se consolidaron. El resultado final fue una obra sólida, sutil y directa, profunda y accesible.

En la foto de izquierda a derecha Juan Pablo Jaime (Compositor), Juan Pablo Riveros (Leonardo/Lea), Carolina García (Delia), Valentina Sánchez (Directora) y Daniel Guerrero (Raúl) en la primera lectura de “Plegarias Femeninas”.
Foto: Manuela Uribe.
Con la fortuna de haber obtenido el reconocimiento de la convocatoria Jóvenes en Movimiento del Ministerio de Cultura para la producción y circulación de nuestra obra, nos encaminamos en el desarrollo de un proyecto que nos mueve las fibras más profundas del corazón. Acá varios aspectos que trascienden lo artístico han salido a relucir para consolidarnos como una agrupación teatral bogotana emergente.
Dentro de estos destacan el trabajo decente, el emprendimiento cultural, el sano liderazgo y la
sostenibilidad, pilares de nuestra práctica profesional al reconocernos como personas, seres humanos por encima de cualquier cosa. Y de eso precisamente habla Plegarias Femeninas, de que no todos y todas somos iguales, pero debemos ser tratadas y tratar con equidad; de la riqueza de la diversidad, de las relaciones con la religión y con Dios (que pueden ir juntas o separadas), del amor fraternal e incondicional de la familia o la falta del mismo y su influencia en los individuos y de la violencia como resultado de la privación del ser libre.

En la foto de izquierda a derecha nuestro actor de reparto Daniel Guerrero (Raúl), Carolina García (Delia) y Valentina Sánchez (Directora) en los ensayos de “Plegarias Femeninas”.
Foto: Gabriela Arias.
Nuestros personajes se enfrentan a contextos hostiles, son vulnerados y ante la impotencia producto del desinterés público deciden tomar acción y hacer frente a la injusticia por sus propios medios. Temas como la violencia sexual, la discriminación y la impunidad son atravesados transversalmente por el invisible hilo que nos conecta a todas las mujeres, el amor propio y la sanación de nosotras con y para nosotras en un entorno que, a mayor o menor escala, ha sido y es aún agresivo con nosotras

En la foto de izquierda a derecha Valentina Sánchez (Directora), Daniel Guerrero (Raúl), Carolina García (Delia), Miranda Zapata (Virginia) y Juan Pablo Riveros (Leonardo/Lea) en los ensayos de “Plegarias Femeninas”.
Foto: Manuela Uribe.
Plegarias Femeninas se estrenará en el mes de octubre del 2022 y su puesta en escena jugará
con elementos ricos del lenguaje teatral. Realismo pleno, surrealismo sublime, interpretaciones
abiertas y sinceras; experiencias sensoriales a partir de su música original y las texturas, imágenes y aromas; recursos escenográficos y luminotécnicos para la representación de ambientes oníricos y una dosis justa de combate escénico. Al juntarse, esperamos que estos elementos den como resultado una obra poderosa que ponga sobre la mesa el hecho de que, en efecto, no todas las mujeres menstruamos, y que eso ni nos hace menos mujeres ni nos facilita la vida, sobre todo en nuestro país.
¿Qué viene ahora para La Fragmentación Teatro?
Es nuestro interés seguir desarrollando nuestras labores creativas, pero nos proyectamos a futuro como una organización autosustentable en la que profundicemos en nuestros procesos de investigación-creación, ofertemos servicios configurados como experiencias y abarquemos más territorio del que hacemos actualmente. Para ello entendemos lo importante de un liderazgo sólido, rotativo y participativo, en el que todas aportamos con nuestras mejores habilidades y fortalecemos nuestros puntos débiles apoyadas en las otras.
Para nosotras el desarrollo artístico y productivo no puede ir separado de nuestro entorno económico, social y ambiental. Por ello ajustar nuestros procesos creativos y nuestras prácticas artísticas en términos de sostenibilidad es fundamental. Actualmente reutilizamos toda nuestra escenografía y utilería y conseguimos nuestros vestuarios a través de intercambios reciclando prendas. Entendemos que estas acciones son solo el comienzo de nuestras prácticas sostenibles y en nuestro ejercicio creativo seguiremos investigando sobre nuevas y mejores formas de encadenar nuestros procesos productivos alrededor del cuidado de nuestro entorno.
Finalmente, es nuestro interés propender por la consolidación de nuestro arte como una forma de trabajo decente, digna y retribuyente, en la que se reconozca el ejercicio artístico como parte de un sistema de producción que cumple objetivos específicos y fundamentales dentro de la sociedad. En estos términos hemos creado nuestro propio sistema de porcentajes en el que el trabajo de todas y todos nuestros colaboradores es reconocido y a través del cual nos preparamos para el siguiente paso en nuestro desarrollo como colectivo: nuestro emprendimiento cultural. Sabemos que la informalidad es una traba en el crecimiento del sector teatral y actualmente estamos diseñando estrategias que nos guíen hacia la formalización de nuestras prácticas con un modelo de negocio sostenible en el tiempo.

En la foto de izquierda a derecha nuestras integrantes Gabriela Arias, Valentina Sánchez, Carolina García, Miranda Zapata y Manuela Uribe.
Foto: Santiago Alfonso.
La Fragmentación Teatro es un colectivo que abre sus puertas a la cooperación, el crecimiento en conjunto y la innovación, buscando siempre relacionarse con personas, colectivos, organizaciones e instituciones que creen y trabajen en el arte como constructor de tejido social y con el que se ponga en evidencia aquello de lo que, muchas veces, no queremos o podemos hablar.
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